Ezra
El viento aúlla a través de las copas de los árboles, un soplo helado que hace temblar la noche. Estoy de pie en la cima del acantilado, con la mirada perdida en la oscuridad que se extiende bajo mis pies. La luna ilumina débilmente los contornos del bosque, y a lo lejos, percibo el latido sordo de un corazón.
Su corazón.
Late lentamente, con calma, como si estuviera a salvo. Como si pudiera escaparse de mí.
Una mueca nace en mis labios.
— Se equivoca.
Mi mano se cierra alrededor del medallón que llevo al cuello. La piedra en el centro pulsa con una luz oscura, en resonancia con el vínculo que me une a ella.
Cierro los ojos, y una oleada de energía atraviesa mi cuerpo. La conexión sigue ahí, frágil pero viva. Alina me resiste. Intenta olvidarme en los brazos de Damon, pero no puede romper lo que soy. Lo que somos.
Extiendo mi mente hacia ella, deslizándome como una sombra a través del hilo del vínculo. La siento.
Su calor.
Su aliento.
Su deseo…
Pero de repente, una barrera fría s