Capítulo 35 – La falla

Alina

Me dejo llevar completamente por la sombra.

Con el aliento entrecortado, el corazón latiendo violentamente en mi pecho, me quedo frente a Ezra, la mirada fija en la suya. La energía oscura pulsa aún en mis venas, viva y ardiente, pero mis músculos tiemblan bajo el esfuerzo.

Ezra está de pie frente a mí, torso desnudo, las sombras deslizándose a lo largo de su piel como serpientes vivas. Una gota de sudor recorre su torso, desapareciendo bajo el cinturón de su pantalón negro. Sus ojos brillan con un resplandor rojo oscuro, el reflejo de la magia que acaba de liberar.

— Otra vez.

Aprieto los dientes.

— Estoy al límite.

Ezra avanza un paso lento, depredador. Su sonrisa ladeada revela un destello de dientes blancos. Es magnífico en su brutalidad. Peligroso. Tentador.

— ¿Crees que tus enemigos te dejarán tiempo para descansar?

Retrocedo un paso, pero Ezra ya está sobre mí. Su brazo se envuelve alrededor de mi cintura y me aplasta contra su torso duro. Siento el calor de su piel contra la mía, la tensión de sus músculos.

— Suéltame.

— No.

Gruño, una ola de sombra nace en mi palma. Lanzo un golpe rápido hacia él, pero Ezra lo intercepta fácilmente. Su mano agarra la mía y la retuerce ligeramente. Una descarga de energía oscura recorre mi brazo, arrancándome un jadeo.

— Aún te resistes.

Su aliento caliente roza mi garganta.

— Ese poder está en ti, Alina. Deja de temerlo. Úsalo.

Cierro los ojos un segundo. La magia dentro de mí es salvaje, indomable. Arde, desgarrando, busca liberarse. Pero me aterra tanto como me atrae.

— No puedo…

Ezra gruñe y me levanta bruscamente. Mi espalda choca contra la fría pared de la caverna. Me bloquea con su cuerpo, su rodilla entre mis piernas. Su mirada es feroz, penetrante.

— No es que no puedas. Es que te niegas a liberarte.

Su mano desliza a lo largo de mi mejilla, roza mi mandíbula, desciende hacia mi garganta. Mi respiración se acelera.

— ¿Crees que voy a romperte? murmura.

Sus dedos se cierran ligeramente sobre mi garganta, justo lo suficiente para que sienta la presión de su mano. Un escalofrío recorre mi columna vertebral.

— Te enseñaré a no tener miedo.

Su rostro está tan cerca del mío que siento su aliento en mis labios. De repente me suelta, dejándome jadeante contra la pared.

— ¡Atácame!

Sacudo la cabeza.

— Ezra…

— ¡Hazlo!

La rabia sube en mi pecho. Reúno la magia en mí, dejando que brote de mis palmas. Una ola negra explota a nuestro alrededor, lanzando a Ezra hacia atrás. Rueda suavemente por el suelo y se levanta de un salto, una sonrisa feroz en su rostro.

— Mejor.

Ezra desaparece en la sombra. Siento su movimiento detrás de mí un segundo antes de que me agarre por la cintura y me arroje violentamente al suelo. Golpeo el suelo con un gemido, pero me levanto de inmediato.

— ¡Eres demasiado lenta!

Dejo que la ira crezca dentro de mí. Una llama negra pulsa en mi vientre, sube por mis brazos. Invoco una hoja de sombra en mi mano. Ezra aparece frente a mí, pero esta vez estoy lista.

Esquivo su ataque y golpeo con todas mis fuerzas. La hoja encuentra su brazo. Retrocede, una mueca divertida en los labios.

— Bien.

Me lanzo sobre él. Nuestros cuerpos chocan violentamente. Ezra me derriba y me aplasta contra el suelo, su aliento rasposo contra mi mejilla.

— Demasiado predecible.

Aprieto los dientes. Una ola de energía explota a mi alrededor, rompiendo su agarre. Ruedo hacia un lado y me levanto de un salto. Ezra sonríe, la sangre goteando por su brazo.

— Me has herido.

— Lo buscaste.

Avanza lentamente, la mirada brillante con un destello cruel.

— Sigue, Alina. Muéstrame de qué eres capaz.

Concentro mi magia en mis manos. Esta vez no retengo nada. La ola de energía que brota es cruda, violenta. Ezra levanta una mano para bloquearla, pero la potencia lo hace retroceder varios metros.

Una risa oscura escapa de sus labios.

— Eso es.

Me acerco a él, las manos temblando bajo la fuerza de la magia.

Ezra me agarra bruscamente del brazo y me aplasta contra la pared. Su frente se posa contra la mía, su aliento caliente contra mis labios.

— Eres perfecta cuando dejas que la magia te guíe.

Cierro los ojos, sintiendo la tensión eléctrica entre nosotros. Ezra desliza una mano en mi cabello, su otra mano se posa sobre mi cadera.

— ¿Sientes eso? murmura.

Asiento, el corazón latiendo a un ritmo salvaje.

— Comienzas a entender…

Su mano roza mi mejilla, baja por mi cuello. Tiemblo bajo su toque.

— Pero aún no estás lista.

Se aleja bruscamente, dejándome sin aliento, el cuerpo vibrante de magia y deseo. Lo miro alejarse, la silueta oscura fundiéndose en la penumbra de la caverna.

— Prepárate, Alina. La próxima vez, no me retendré.

Me quedo allí, los puños apretados, la magia vibrante bajo mi piel. Una parte de mí teme lo que él ha despertado en mí. Pero otra... pide aún más.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP