Damon
El grito de Lilith rasga el aire, resonando en la arena como un toque fúnebre. Mi instinto me empuja a lanzarme hacia adelante, pero Elias ya está en movimiento. Se transforma en una sombra negra, una estela de humo oscuro deslizándose detrás de él mientras se lanza hacia Lilith.
Me echo tras él, mis garras listas para atacar. Lilith esquiva a Elias con una gracia sobrenatural, desapareciendo en una voluta de niebla oscura.
— Ella está jugando con nosotros gruñe Elias.
— ¡Entonces es hora de recordarle que no estamos aquí para jugar!
Salto, mis garras apuntando directamente a su torso. Lilith reaparece detrás de mí, sus labios retorcidos en una sonrisa cruel. Una mano helada se cierra sobre mi cuello, arrojándome al suelo con una fuerza inhumana.
— ¡Damon! —grita Alina.
Ruedo sobre el suelo de piedra, sin aliento. Lilith se encuentra sobre mí, sus ojos rojo sangre brillando con un destello maligno.
— Pobre lobo… ¿de verdad crees que esta ridícula alianza podrá detenerme?
Gruño,