10 minutos después, Madison estaba de camino a casa en un Uber. Pensó para sí misma que suponía que este trabajo era un fracaso, este chico era demasiado para manejar, pero las miradas del chico le recordaban a un hombre que creía haber visto en alguna parte y de cierta forma esos ojos le incomodaban demasiado e incluso le ocasionaron cierto enfado que desconocía la causa. De repente la pantalla de su teléfono se iluminó y era la secretaria que acababa de estar allí.
— Enhorabuena señorita Benett, nuestro propietario está muy satisfecho con su trabajo y le gustaría que viniera todos los lunes y miércoles por la mañana a enseñar al niño.
Madison miró el mensaje de texto y se quedó helada, no lo había hecho muy bien en ese momento e incluso había sido expulsada por el niño, pero ya que su jefe estaba dispuesto a darle una oportunidad, trabajaría duro.
En ese momento, Andrés recibió un video de su secretaria, una vigilancia del estudio, Andrés fijó sus ojos en la espalda de Madison en el