Zadkiel Leblanc.
Un viernes por la mañana me encontraba en casa, con los ánimos por el suelo después de haber tenido que hacer el sacrificio más grande de mi vida al levantarme a las siete de la mañana para poder llevar como siempre, a mi hermana a la escuela.
Después de todo lo ocurrido el día anterior en el comedor, la única explicación que recibí por parte de mi novia Alyssa es que la rubia loca la atacó de golpe. Por otro lado el testimonio de mi hermana fue en cuanto un poco distinto y muy confuso, ya que ni ella misma se decidía si en defender a la rubia o acusarla, algo que me dejaba en claro que un transfondo que desconocía era participe de toda esta situación.
Un transfondo que no descubriría hoy, al menos.
Me encontraba sentado en la cocina con la mayor tranquilidad del mundo, tratando de analizar cómo es que acabe afrontando tales miserias de la vida con tal de poder ofrecer a esa niña algo mejor a lo que le daba papá.
Por que si, para mí era una completa miseria levan