Capitulo 81

Benjamín sujetó a Fred por los hombros y miró el rostro del joven, que estaba cubierto de lágrimas. Con calma, sentó a Fred en uno de los sillones de la oficina y llamó a la secretaria para que lo atendiera.

Ella le trajo una jarra de agua, pero Fred se negó a tomar nada. Benjamín pensó que pronto se deshidrataría porque las lágrimas no dejaban de correr por su rostro cansado.

—Lamento mucho tu pérdida —se sentó frente a él, y le faltaron palabras para intentar consolar al joven—. Intentamos salvarla; sigue con tu vida sabiendo que diste lo mejor de ti.

Fred levantó la mirada hacia él e imaginó cuánto le debía a ese hombre. Benjamín no solo lo sacó de la cárcel, sino que también pagó todos los gastos médicos que su madre necesitaba para tener una oportunidad de sobrevivir.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP