Mundo ficciónIniciar sesiónBenjamín esperó más de lo debido la llegada de Henrico a la empresa. Llevaba más de una hora de retraso para la cita.
Cuando creyó que el anciano faltaría y no aparecería, lo vio entrar por la puerta, con su viejo sombrero en las manos, mientras se secaba constantemente el sudor del rostro.
Era evidente en las facciones de Henrico cuánto temía aquel encuentro. Henrico lo miró a varios pasos de distancia y no se atrevió a acercarse; solo le dijo:
—Siento mucho mi retraso —apretó el ala desgastada del sombrero y bajó la mirada—. Tuve que resolver un problema con Alessia.
Benjamín deseaba que fuera una conversación normal, pero sabía que lidiar con Alessia y sus actitudes lo hacía todo más difícil de lo que debería ser.
—Es de ella de quien quiero hablar —dio un paso adelante, haciend







