Mundo de ficçãoIniciar sessãoAntonela se quedó esperando a que Benjamín añadiera algo después del beso, pero Benjamín parecía querer dejarla confusa y perturbada. Él asintió ligeramente y caminó hacia el coche, abrió la puerta, se sentó frente al volante, encendió el motor y desapareció rápidamente.
Él no supo explicarse por qué se había marchado de esa forma. Mantenía la mirada atenta en la carretera, pero su mente se distraía con los recuerdos de lo que acababa de suceder.
Su silencio no era para castigar a Antonela, sino para poder organizar sus propios sentimientos. Amar a una mujer era algo inédito y aún no había aprendido a lidiar con aquello.
Debería ir a la empresa, pero decidió pasar por casa antes, recoger sus cosas y marcharse de su antigua vivienda. Le dejaría todo a Carlota, aunque él hubiera sido q







