Ciudad de Camulodunum, Inglaterra

—Ankor mientras tu hermano Lestast y sus acompañantes siguen buscando a Aldair, démonos tiempo para buscar a mi amada Elizabeth. —Thomas le suplicaba con insistencia al sabio licántropo.

—No es necesario que me supliques amigo mío, te voy ayudar a encontrar a tu prometida. —Le contestó Ankor dándole palmadas en la espalda.

Ankor con el olfato supremamente desarrollado empezó con la búsqueda. Thomas y el maestro Konan iban caminando cerca de él esperando un positivo resultado. Ellos recorrían todos los pueblos cercanos a Kinsale e incluso por todo el reino de Irlanda. Pasaron varios días y no la encontraban.

Con los ánimos por los suelos, Thomas Carver estuvo a punto de darse por vencido pero el maestro Konan le dijo una frase para que no perdiera del todo la esperanza.

“La esperanza es como el sol, si sólo crees en él cuando lo ves, nunca superarás la noche”.

Esta vez decidiría ir a buscarla más allá de las fronteras de Hungría, yendo a los reinados