0021
Sebastián, al ver a la orgullosa Suria con un látigo, él frunció el ceño cuando ella golpeó fuertemente a Gisela, como si se hubiera guardado para la venganza. No se dio cuenta de que había mimado a Suria tanto durante los dos últimos años que había vuelto cada vez más arrogante, que pegaba a la gente en el plató. Sin el Grupo Fuentes para protegerla, ¡ella habría muerto!

Sebastián guardó el móvil y se impulsó por la puerta, dando zancadas hacia el plató, y dijo cuando Suria levantó el látigo una vez más:

—Suria —la voz no era alta, pero era tan firme y fuerte que todos en el plató podían oírla.

Cuando vio venir a Sebastián, dejó su látigo e inmediatamente se lanzó a brazos del hombre como una niña.

—Sebastián, ¿qué haces aquí? —y frotó la cabeza contra su pecho.

Sebastián tenía los ojos fríos, pero no la apartó,

—Te llevo a comer —mirando despreocupadamente alrededor, vio que Leticia la ayudó a Gisela.

Gisela llevaba un vestido blanco y cuando se levantó, vio la sangre en el vestido
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