“La transición de un mundo a otro vaya que me ha dejado helada de pies a cabeza y me ha pasado una factura muy cara. Nunca me imaginé que al atravesar el portal me encontrara con un mundo caótico y diferente al que mis ojos estaban acostumbrados.
Quisiera volver a casa, aquí no encuentro un punto cómodo y sin mi magia no soy nada más que una chica ignorante del presente y diferente a los ojos de esos seres que se suelen llamar ahora “seres humanos".
Encontrar a la tonta de Ileana es la misión más exhaustiva que he tenido jamás, pero luego recobro las fuerzas para reafirmar que no voy a descansar hasta que obtenga lo que he venido a buscar: mi sabiduría. Velkan se ha ido rumbo a la casa de la muchacha, comienza a tardarse y no hay rastro de él. Creo que yo misma tendré que ir a buscar a ese lobito incompetente”.
Para Antonella, hasta el hecho de escribir en su diario se había vuelto un fastidio. El lugar desde el que estaba esperando a Velkan era una casa abandonada, no había dónde r