Un año después... El murmullo de las conversaciones y el suave tintineo de copas se mezclaban con los acordes de un piano en la capilla decorada con flores blancas y detalles dorados. Afuera, el sol brillaba en todo su esplendor, como si la naturaleza misma celebrara el día tan esperado. Lula estaba en una habitación adjunta, frente a un espejo que reflejaba su figura enfundada en un vestido de novia de seda con encajes delicados. Su cabello estaba recogido en un moño elegante, con algunos mechones cayendo suavemente alrededor de su rostro angelical y perfectamente maquillado. Dos asistentes junto a Ximena ajustaban el velo con manos hábiles, mientras Pauline supervisaba desde un rincón, su mirada crítica pero suavizada por una sonrisa. El último año había sido un torbellino de emociones y cambios para todos. Ronaldo había muerto, llevándose consigo las sombras de su control. Y aunque Lula había heredado parte de su fortuna, había decidido delegar todo en Roberto, quien manejaba los n