Capítulo 4. Cachorra
Sasha caminaba exhausta hacia su casa después de otro largo día de trabajo en el club, llevaba puesto su equipo deportivo preferido, una de las pocas cosas que se había dado el lujo de comprarse con ese millón, un equipo deportivo de Juicy Couture en terciopelo color chicle. Su cuerpo pedía descanso, le dolían las piernas de estar parada sobre sus tacos altos, pero sabía que aún tenía muchas responsabilidades por cumplir así que en su mano derecha llevaba un paquete de comida de su lugar chino favorito, ese pequeño lujo semanal que se permitía a sí misma y a su pequeña familia. Al llegar a casa, Sasha notó algo diferente al asomarse por la ventana. El resplandor de la televisión se filtraba por debajo de la puerta del salón, llenando el pasillo con una luz tenue. Al abrir la puerta, su mirada se encontró con la imagen de una niña que no se parecía en nada a ella. Aquella niña corrió hacia Sasha y la abrazó con fuerza. Vestía un pijama viejo de ositos y lucía un cabello largo y oscuro