Capítulo 33. La curiosidad
"En el vasto paisaje del corazón humano, la curiosidad se asemeja a un pequeño bulto que emerge en la parte inferior de tu pie. Al principio, apenas lo percibes, como si fuera una diminuta piedra alojada en tu zapato. Intentas, con cierta molestia, deshacerte de ella, pensando que solo es una molestia temporal. Pero la molestia persiste. No es una piedra común, es algo más, algo que se aferra a ti de una manera única. Cada intento por desentrañar su origen resulta infructuoso. Tu mente, como hábil detective, busca pistas, trata de entender de dónde proviene ese pequeño bulto que se niega a desaparecer aunque aún no sabes de dónde viene o qué es. Con el tiempo, crece. Su presencia se vuelve más evidente, más apremiante y molesta, como una comezón que no tienes modo alguno de sacarte. Ya no es solo una incomodidad ocasional; se ha arraigado no solo en tu pie sino en tu consciencia.Te obsesiona saber más, y cada paso que das se convierte en una danza entre la incomodidad y la necesidad d