Lula suspiró luego de terminar de ordenar y se detuvo a observar su habitación en detalle, sintiéndose gratificada por la magnificencia que la rodeaba. Las paredes estaban pintadas en tonos suaves de crema con toques de gris, acentuadas por detalles de oro que añadían un toque de elegancia. El suelo de madera pulida estaba cubierto por una lujosa alfombra de felpa que le hacía sentir como si estuviera caminando sobre las nubes. Y parecía importada y muy cara. La cama king-size estaba adornada con sábanas de seda y almohadas mullidas, invitándola a sumergirse en su suavidad, "sin duda mucho mejor que el sofá". Un tocador de madera oscura se encontraba en una esquina, decorado con elegantes frascos. Un gran ventanal se abría a una vista panorámica del océano no tan lejano, bañando la habitación en una luz suave y dorada, invitando a abrir la ventana cosa que hizo para aspirar ese aroma tan particular a salitre, un par de veces ya. Mientras estuvo desempacando sus pertenencias, Lula no p