Capitulo 25

Después de escuchar la historia que había contado Malena, Alondra permaneció un largo instante sentada en el mismo lugar. Su rostro estaba pálido, y aunque Lía y su madre quisieron acercarse para consolarla, ella levantó la mano en un gesto firme, como pidiendo silencio. Nadie se atrevió a decir palabra.

Carlos y Claudia ayudaron a Malena a llegar a su alcoba; la mujer temblaba todavía, llorando con desgarro. En la sala reinaba un silencio pesado, solo interrumpido por los sollozos que se escuchaban a lo lejos.

—No conocía esa historia —murmuró la madre de Carlos con voz quebrada—. ¿Cómo pudiste cargar sola con tanto dolor, Malena?

Malena, recostada en el lecho, apenas tuvo fuerzas para responder:

—Por eso me escapé con tu padre… y no regresé jamás. Solo volví después de la muerte de mis abuelos y de mi madre.

Carlos se inclinó y la abrazó con ternura, como si quisiera devolverle, aunque fuera tarde, un poco del cariño que le fue arrebatado.

Mientras tanto, en otra alcoba, Manuela se
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP