Capítulo 30

Me sentía extraña, pero feliz, él me contó todo lo que haríamos, me contó de los eventos a los que iríamos, parecía emocionado, yo solo me puse nerviosa, no me imaginaba caminar entre gente rica de su mano y sentirme cómoda con eso, sin embargo, estaba emocionada por estar junto a él.

Acarició mis manos, no las soltaba, y así nos quedamos en silencio, nos mirábamos a los ojos y sonreíamos.

—Debemos tener una segunda cita —dijo sonriendo de medio lado.

—Sí, supongo que sí.

—Tengo planeado algo, espero que te gusten las actividades al aire libre.

—Sí, no sé, supongo que sí, no recuerdo la última vez que me divertí, o salí a hacer algo a la calle por diversión.

—¿No vas ni al cine?

—No, cuando era más pequeña e iba con mis padres.

—Podemos arreglar eso, supongo que los niños tampoco han ido.

Negué con la cabeza, sintiéndome un poco avergonzada, suspiré hondo, él sonrió.

—Nunca más les va a faltar nada —aseguró, sonreí, pero al mismo tiempo sentía que esa no era su responsabilidad.

—¿Desa
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App