Capitulo 35

Eliza

Me desperté sola. El lado de Bastián en la cama estaba frío, intacto. Anoche, cuando llegué, no estaba. Supuse que había salido, tal vez a dar una vuelta, o a la oficina a terminar algo que no podía esperar. Pero ahora, con la luz filtrándose por las cortinas y el silencio denso en el departamento, algo no cuadraba.

No había señales de que hubiera dormido aquí.

Sacudí la cabeza, obligándome a no caer en especulaciones. Lo más lógico era que hubiera salido temprano, aunque era raro que no me despertara, o al menos dejara una nota. Desde que me mudé aquí, casi siempre íbamos juntos. Compartíamos rutinas, hábitos. La cama. El café de la mañana.

Intenté no darle más vueltas al asunto. Me metí al baño y dejé que el agua tibia arrastrara el leve aturdimiento de la noche anterior. Habíamos bebido un poco de más, reído hasta el cansancio, bailado. Yo necesitaba esa salida con mi amiga, un pequeño desahogo. Aunque confieso que lo extrañé toda la noche. Incluso cuando reía, su ausencia me
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP