La Doble Vida: El Silencio como Escudo
La noche siguiente a la gala del MoMA marcó el inicio de la guerra de nervios en el penthouse. Daniela y Dante mantuvieron una fachada impecable de pareja poderosa. Sin embargo, el aire entre ellos estaba cargado de verdades no dichas: Dante sospechaba del amor de Julián, Daniela jugaba con fuego, y el peón Asdrúbal se había integrado a Herrera Global.
Dante se levantaba antes del amanecer. Su rutina era inmutable: ejercicio, un desayuno proteico en silencio, y el estudio de los mercados globales. Daniela, por su parte, se enfocaba en Delacrox, fingiendo ignorar que Dante había convertido su empresa en su nuevo objetivo de adquisición.
Un día, al entrar al estudio de Dante para dejar unos documentos, Daniela lo encontró sentado frente a su escritorio, pero sin trabajar. Estaba mirando la carpeta que contenía la verdad sobre Asdrúbal, su contenido visible en el gran monitor de pared. La pantalla mostraba el análisis de ADN.
—¿No vas a salir a corr