Kathie despertó temprano, aún con la emoción latente de la noche anterior
A media mañana, envió un ramo de flores para que llegara a Elena, acompañado de una nota breve: “Gracias por su calidez y por hacerme sentir parte de algo bonito”. Había pensado que era un gesto suficiente para devolver la amabilidad de la mujer que la había tratado como a una nieta más.
Mientras se preparaba para el evento, recibió un mensaje de Noah: “Te paso a recoger a las 7. No llegues tarde.” Nada más. Ni un emoji, ni un comentario. Ese tono sobrio que él sabía manejar tan bien y que a e