-¡Atención todos!- chilló Katlyn haciendo que todos los empleados se callaran, dejaran sus conversaciones a la mitad y se acercaran hacia donde estaba ella agitando unos sobres rosados en sus manos.
Todos la rodearon en un círculo y la mujer sonrió victoriosa de tener la atención como tanto le gustaba.
Justo en ese mismo momento Helena entró al edificio y no pudo evitar acercarse al tumulto con curiosidad, encontrando a Katlyn en el medio, se asomó entre la gente y se adelantó, temiendo que la mujer estuviera hablando mal de ella.
Una parte de helena gritó para sus adentros:
“No eres la gran cosa ¿Por qué esa mujer hablaría de vos, una simple empleada?”
Pero la pelirroja no podía evitarlo, parecía que a todos les encantaba hablar de ella e inventar cosas, además parecía que nadie se olvidaba de la noche de despedida de soltera de Katlyn, provocando que Helena tampoco pudiera pasar página, aunque lo intentara.
-Chicas, sé que todas están ansiosas por la gran boda de Sebastián y Ka