I parte: La historia de Varys. Una hermosa mujer es seducida por el heredro del Indutrias Doonybrook, cuando cree que todo es perfecto, descubre la mentira y la traicion del hombre que ama. ¿Podra volver a confiar en el amor? ¿otro hombre podra volver a hacerla confiar en el amor? vive la experiencia del amor en diferentes etapas de su vida; Para luchar contra el poder, el desamor, la traicion y la mentira. Primera parte de la trilogia: El Amor y mis otras muertes.
Leer más- Te quiero a ti… ¡Me gustas!…
****** - ¡Maldita sea! vamonos amor, vamonos lejos, empecemos otra vez, por favor, yo te amo, no quiero perderte, te amo.!!!! ..maldicion!!!, te amo!!!... - Varys suplicó. ******* No sé cuánto tiempo ha pasado ya... muy seguramente nunca me detuve a contar los días o meses después que todo pasó, lo efímero de los recuerdos es que pueden ir y venir cuando los evoques, algunas veces vienen con gran exactitud, algunos como un sueño, otros, simplemente no regresan por más que intentes recordar. Recuerdo como lo conocí, recuerdo que fue una tarde casi a punto de acabar, donde pisaba con fuerza el asomo de la noche, creo que la tarde ya agonizando esperó con su luz casi extinta a que él llegara a mí y pudiera verlo con su poca luz. Recuerdo las primeras palabras que me dijo aquella tarde. - Mucho gusto, soy Varys Donnybrook me han hablado muy bien de ti. - sonrió -. Esa gran sonrisa que jamás voy a olvidar. Recuerdo a mi jefe decir palabras muy cortés sobre mi desempeño laboral y como mi primera experiencia laboral me abría las puertas a una empresa más grande y mejor constituida, los halagos de mi jefe sobre mi desempeño en esos 6 meses de trabajo fueron tan sobresalientes que pensé que me estaba ganando una medalla en los juegos olímpicos. ********* Yo era una chica con veinte años, con cuerpo de reina como decían mis padres, cabello castaño y ojos azules, la belleza heredada de mis padres me habían jugado a favor; mis padres siempre quisieron que fuera modelo, pero yo nunca quise, siempre rechacé la idea, me aterraba el hecho de ser expuesta ante los demás, así que, siempre trate de vestirme comoda y lo mas simple posible para pasar desapercibida, para mí lo más importante era mi tranquilidad, mi espacio personal; me esforcé mucho por ello. Había estudiado una carrera que desde niña pensé que estaba destinada a ejercer, y mis padres costearon al ser su unica hija, venia de una familia acomodada, no teníamos lujos pero viviamos bien; asi que luego de culminar mis estudios, llegó la primera oportunidad laboral, una real, durante esos 6 meses todo fue memorable, aprendí mucho y por ello mi esfuerzo y dedicación me ayudo a ser tenida en cuenta para más propuestas laborales... Así que, esa era Yo, tomaba de la vida lo que me servía, y lo explotaba al máximo... me fue bien. ******* Recuerdo cómo después de tantos halagos y flores, lo miré sin ningún reparo, sin asombro, hasta un poco de risa me causó su atuendo en aquella ocasión. Estaba un poco desaliñado y su ropa suelta, parecía más un chico salido de un concierto de rock, que un jefe de empresa; pues en mi imaginación todos los jefes eran muy diferentes a lo que tenia frente a mí en ese momento. Mi primera impresión sobre él no fue la mejor. Recuerdo que me miraba sin parar, sin saber porqué motivo, imaginaba que era por todas las maravillas que mi jefe decía de mí y mi trabajo. - ¿Te gustaría trabajar con nosotros?- volvía a sonreír. Concretamos una cita para hacer unas entrevistas y acepté encantada, dado que iba a tener la oportunidad de seguir trabajando y podría seguir sobreviviendo por mí misma. Recuerdo cómo después de hablar y despedirnos nos topamos nuevamente saliendo de la empresa; recuerdo una camioneta color gris plata que se detiene frente a mi y bajando el cristal del lado del conductor. - ¿Te puedo acercar? ¡vamos, te acerco! No podía ver muy bien su rostro, su cabello le tapaba la frente y un poco sus ojos... miraba su nariz fileña y bien puesta, miraba sus labios y su gran sonrisa. Pude notar también que en su mano derecha tenía un tatuaje, no sabia que era, pero se notaba. Vío que lo miré y retiró la mano del volante por un momento, tratando de ocultarlo. No entendí por qué. Acepté. Dentro del coche mi jefe y mi futuro jefe hablaban de trabajos futuros, proyectos y personas que no conocía, así que solo me limite a escuchar sin mencionar ninguna palabra. Lo miré nuevamente de espaldas y a traves del espejo retrovisor, era un hombre guapo, se notaba que era un poco mayor que yo, quizas dos o tres años. con una desastrosa forma de vestir, pero, sus fasciones muy masculinas se veian cada vez que la brisa entraba por las ventanas y su cabello negro y largo dejaban ver su rostro, era guapo en realidad. - ¿Me pueden dejar en este lugar? ¡Gracias! - No faltes, ¡nos vemos! y... Estoy encantado de conocerte - Respondió a mi agradecimiento. Mirándome fijamente a los ojos. Vi como se alejaba la gran camioneta gris con los dos hombres, me causo impresión, quizas no era nada, quizás era la emoción por un nuevo proyecto laboral, quizás era él, no lo sabia con claridad. Me fui a casa sin más, no pensé más en él esa noche, en ese momento no era más que un hombre bastante atractivo, un poco desarreglado, que me ofreció trabajo. Ese día pasó tan desapercibido que jamas, hubiera pensado que él sería el causante de eso que llaman amor y de eso que llaman ... muerte.Jorge llegó al restaurante donde fue citado, un lugar bastante exclusivo, pensó dentro de sí, "los ricos sí gastan en banalidades". Un Hostess lo guió hasta un pequeño salón apartado de las demás mesas, el lugar era cerrado, íntimo, en el lugar ya se encontraba la misteriosa mujer que lo esperaba para su propuesta, la miró, era una mujer hermosa, por un momento pensó en que se le iba a olvidar todo lo preparado, ella, al verlo se puso de pie para recibirlo, era una mujer joven, estatura media, esbelta y elegantemente vestida, cabello negro largo a la cintura, ojos negros, boca roja, zapatos de tacon para parecer más alta, definitivamente era una belleza de mujer. - Señor Smith, es un placer conocerlo personalmente-. La pocahontas tenía un hablar refinado-. siéntese por favor. Agradezco que haya venido. Jorge la miraba con encanto, se sentía nervioso, carraspeo un poco antes de hablar. - Es un gusto... Discúlpame no se su nombre. - Isabella, ese es mi nombre. Jorge le pa
Después de salir de la clínica, acompañada de mis padres y Clara, las cosas empezaron a cambiar, ahora todo giraba en torno a mi pequeño ser, ese niño de unos centímetros, llegó a cambiar todo, los horarios, los sentimientos, el sueño, el día y la noche. Era una pequeña revolución en nuestros mundos, donde todo el mundo sabía algo, pero nadie sabía nada. Así que al verme vencida, me acomodé a él, a sus tiempos, a su espacio y su bellos ojos negros. Estábamos hipnotizados con su belleza, con su ternura, con sus movimientos, con su llanto. tratábamos de ver el mundo como el lo veía, sentir lo que él sentía o al menos adivinarlo, sencillamente ese bebe cambió todo nuestro mundo con su luz. - ¿Estas segura de querer quedarte aquí sola?, con Clara creo que todo sería mejor si estuvieras con nosotros, estarías acompañada. Piénsalo. - Mamá, ya acepté este apartamento de parte de ustedes, ya no necesito más nada. estaré bien. a demás Clara vive a unas calles, si pasará algo ella est
- Hannah, se llama Hannah Collins - Respondió Varys, con luz en sus ojos al pronunciar aquel nombre. - Hermoso nombre- Mencionó la bella Isabella. Se dirigieron dentro de la cabaña, aquella cabaña donde compartió un fin de semana con el amor de su vida, ahora acompañado de su hermana era su refugio y escondite del mundo, sobre todo de su padre, el cual lo había echado de casa por no cumplir con la boda que tanto tiempo y dinero había invertido; pero sobre todo porqué eso significaba para Varys padre, perder una alianza entre empresas que lo llevaría mucho más alto de lo que ya estaba en la industria. Varys se rebeló y él no lo vio venir, esa fue la afrenta de más alta traición cometida por su hijo a un padre. - ¡Mi padre estará feliz!, perdió su alianza con los Williams, la boda fue un fracaso sin olvidar que será la comidilla de sus " amigotes" por estos días. hasta que otro hijo de otra familia adinerada haga alguna otra locura. - Isabella Sonreía disimulada. Me imagino como
Los dolores eran fuertes y constantes. Después de romper fuente mi madre y Clara llamaron al hospital para notificar que iría en camino, me cambié de ropa como pude y en coche nos dirigimos al hospital, en ese momento las contracciones eran mas fuertes y los dolores insoportables. Mientras me registré y subí al área de parto me despedí de mi madre y Clara, que se quedaron en sala de espera, mientras una enfermera me conducía en una silla de ruedas por un gran pasillo con puertas de lado y lado, al fondo había una gran puerta blanca dividida en la mitad, se escuchaban gritos desgarradores a medida que llegaba a la puerta, por un momento me sentí nerviosa, ingresé a una de las habitaciones que estaba antes de la gran puerta. Los gritos aún se escuchaban, la enfermera como adivinando mí preocupación por aquellos quejidos, me sonrió y me consoló - No se preocupe, es el sonido más bello del mundo-. dijo. Me hizo pasarme para la cama, prometiendo que el doctor ya venía a verme. Me qued
- Sé que piensas que no me importas, pero sí me importas muchísimo, ¡demasiado! - ¿Estas segura? - Preguntó Varys. - ¡Me ofende que lo preguntes! - Reclamó, ¡Te adoro!, eres lo único bueno que tengo en la vida, eres mi polo a tierra, y sé que estas fatal desde hace un tiempo, pero ya no puedes luchar solo, yo estoy aquí para tí. - Gracias. - Dijo Varys con voz de derrota. Una hermosa mujer lo abrazó fuerte, Varys calló derrotado al abrazo de aquella mujer, la sujeto fuerte, ella lo dejó estar el tiempo que él quiso, quería que él supiera que ella iba a estar allí para él, que no era la niña insensible y superficial que todos creian. aunque habían muchas cosas que le daban igual, Varys no era una de ellas. Varys se separó dándole un beso en la frente, por primera vez en mucho tiempo se sintió orgulloso de aquella mujer que tenia frente a sus ojos, era una hermosa mujer, y ahora era una adulta que podía lidiar con problemas ajenos, ya no era una niña en un mundo de fantasía
Después de varios meses de receso con Clara en aquella hermosa y majestuosidad cabaña alejada del ruido y la agonía de la ciudad, era hora de partir. - Promete que nos visitaras. -Dije mientras abrazaba a aquel rubio de ojos verdes que se volvió parte de la convivencia en aquella cabaña. -. ¡Créeme que serás más que bienvenido!. - Lo prometo, deseo ver a ese bebe cuando salga de la barriga. - Respondió Kevin, tocando mi panza. - Sí es que sale, creo que he aumentado mil kilos contigo y tus comidas. - Reímos. - Te voy a extrañar muchísimo. Clara subiendo las maletas al coche que nos llevaría al aeropuerto, nos observaba con una gran sonrisa. - Parece que estabas saliendo con ella y no conmigo. - Decía Clara en voz alta y con una sonrisa en su rostro-. Ven a ayudarme. Kevin se despidió finalmente y se dispuso a ayudar a su amante de verano en la ardua labor de guardar las maletas en el coche y luego la abrazo con fuerza y se fundieron en un beso. Subimos al coche y nos desp
Último capítulo