Me llamo Abbey Howland, provengo de una familia muy humilde pero honrada. Voy a un colegio normal y soy la típica chica que tiene su duo de amigas. Estudiante de secundaria que le encanta comer y jugar Me veo en aprietos, cuando mi vida gira 180 grados y estoy segura que les va a parecer interesante Pero lo más importante aquí es ¿Amor u odio? Si quieren saber más, solo sigan leyendo...
Ler maisFui caminando, pensando en mis cosas, hasta llegar a la entrada de la casa.
¿Qué digo casa? ¡Definitivamente es una mansión!, tiene un jardín del tamaño de mi casa, ni siquiera hay una mota de suciedad por las paredes de afuera y me pregunto si las habría dentro.
Estoy segura que jamás he visto tantas flores exóticas reunidas en un solo lugar, esto es tan hermoso e increíble. La entrada es inmensa, menudo dinero se habrán gastado en construir semejante casa
¿Cómo sería vivir en un lugar tan bonito y grande? Sería muy agradable supongo
Por Dios. Me pregunto ¿cómo mi abuelo llegó a conocer a alguien que vive en un lugar así?
—Señorita Howland—un carraspeo incómodo me sacó de la ensoñación.
—Sí soy yo—giré la cabeza para encontrarme con un mayordomo de estatura media y que me miraba a través de unas enormes gafas. ¿Tienen mayordomo? ¿Y cómo sabe mi apellido?
—Puede pasar al salón de espera—abrió las enormes puertas de madera. —el joven amo la verá en un momento.
—Joven amo?. —repetí incrédula pero en vano, ya que el mayordomo nada más terminar la oración entró al lugar como si lo persiguiera una horda de zombies.
Suspire pesadamente y me alise un poco el vestido en señal de nerviosismo. Creo que esto va a ser más complicado de lo que pensé.
Si pensaba que la mansión por fuera era hermosa;¡por dentro era aún mejor!
Definitivamente este lugar no puede ser llamado casa, es ridículamente espacioso y sus paredes son simétricos con tallados raros. ¡Tienen una escalera en el centro que lleva a dios sabe donde!
Es perfecto, parece que fue hecho para que los ángeles vivieran aquí.
El día que mi abuelo falleció me derrumbe por completo, lloré horas y horas junto a él. Antes de exhalar su último aliento me dijo que no llorara, que las lágrimas no se veían bonitas en mí, que me amaba un montón, que sólo quería mi bien, y que le prometiera que lucharía por mis sueños sin rendirme jamás, cuando asenti con la cabeza incapaz de decir absolutamente nada por la garganta completamente seca de tanto llorar, nos entregó un documento a mis padres y a mí en donde decía que yo al cumplir mis 17 años pertenecía completa y legalmente como prometida al nieto del Señor Beckham, y que nos uniríamos en matrimonio cuando cumpla la mayoría de edad. Al final de la nota se veía las firmas de los dos interesados, el de él y el del desconocido.
Mis padres jadearon de sorpresa al leer semejante documento, se miraron entre sí sin tener la más mínima idea de quién era el hombre de apellido Beckham, yo sólo me puse a llorar más. Mi abuelo me tocó la espalda hizo que elevara la barbilla y lo mirase a los ojos diciéndome que él sólo quería mi bienestar y que respete su decisión. Que ese señor fue su mejor amigo desde la infancia y que preocupados por el futuro de sus nietos hicieron el documento asegurando el futuro de los dos.
Vi un destello de desesperación e inseguridad en sus ojos, pensando en mi negativa, cómo voy a negarme a su petición? Fue el único que me acompañó a todas partes y que siempre me apoyaba en cada locura que se me ocurría, incluso me acompañaba a todas mis clases de artes!.
Entonces orgullosamente saqué el pecho, alcé aún más la cabeza prometiéndole que seguiría y que respetaría su decisión. Le dije que lo amaba y en sus ojos brilló el alivio y el amor en estado puro.
También me dijo que me amaba, me guiño un ojo y dejó de respirar...
Y ahora me encuentro aquí buscando al supuesto nieto del señor Beckham para tratar de arreglar de algún modo toda esta situación.
Al principio pensé "Tener un matrimonio arreglado hoy en día?" pero..
Mi madre quien había investigado sobre él me dijo muchas cosas.
—No sólo es el heredero de una gran cantidad de riquezas ¿Sabes?. También es muy inteligente, amable y alto.. Él es dos años mayor que tú y es muy confiable, si tu abuelo lo eligió para ti fue por algo.. Además según vi las fotos es super guapo!
Para ser honesta, ahora mismo estoy tan emocionada, no puedo soportarlo!
Al fin podré conocer al supuesto novio que eligieron para mi..
El mayordomo estaba parado frente a una puerta sin decir absolutamente nada, cuando de repente vi que la puerta se abría y de el salía un chico de estatura más baja que yo, más o menos una cabeza menos. Vestía camisa con corbata y unos pantalones de vestir que le quedaban bonitos.
¡Es tan adorable!
El mayordomo abrió la boca para decir algo pero yo me adelanté y a grandes zancadas llegué junto al chico muy atractivo a decir verdad, ojos verdes monte, tez bronceada, facciones marcadas,el cabello negro como la noche y a decir por su estatura de unos 13 o 14 años más o menos.
—¡Hola! ¿Eres también un hijo de esta casa? Ah podría ser.—me pongo a pensar. —¿Que eres el hermano pequeño?
Levantó la mano rápidamente, tanto que no logré verlo correctamente y me agarró de los cachetes con los dedos índice, medio y pulgar, haciendo que me parezca a un pez.
—¿¿Eh??. —hizo que bajara la cabeza hasta su altura.
—Es esa la forma en que le hablas a tu futuro esposo?. — me soltó bruscamente y se pasó la mano por el cabello desordenandolo.
Me quedé en shock, completamente desorientada, hubo un silencio incómodo y tenso que yo no podía romper por el estupor.
El mayordomo eligió ese momento para por fin decir algo y romper el contacto visual con el niño
—Permítame que le presente señorita Howland. — señaló al niño que me veía con indiferencia. —Ésta persona es el heredero del grupo Jones.. Y también prometido de la señorita Howland. Él es Evan Jones y tiene 16 años.
En ese momento salí de la estupefacción.
—¡E..es completamente diferente de lo que me dijeron!...
Abbey tomó la mano extendida hacia ella, de buena voluntad. Le sonrió a su novio, dentro de unos minutos, ya esposo.—Es extraño—Abbey miró de reojo cuando escuchó el suspiro profundo de Evan mientras el padre comenzaba con el evento—. Todo este tiempo estuve esperando por este día. Y aún así me siento tan nervioso—Él no estaba mintiendo. Sentía ardiendo su nuca y la punta de sus orejas—. Ni siquiera puedo mirarte correctamente a la cara. Te ves demasiado hermosa y perfecta para mí.Abbey suavizó sus ojos al sentirse completamente llena de amor. Conmovida por las palabras de su novio.Así es siempre. Ahí va él otra vez, suavemente aumentando el amor de ella por él. —También te ves muy guapo, Evan.Es por eso que Abbey se enamora de él cada vez más.El padre siguió leyendo el papel en sus manos: —. En la salud y en la enfermedad, deben amarse y honrarse todos los días de sus vidas…—Padre—Evan lo silenció impacientemente, evitando que siguiera con el monólogo. El padre lo miró fijamen
Algunos años más tarde…—Ama Abbey…—Stephen golpeó la puerta y esperó a que la susodicha gritara “Adelante” para poder pasar dentro de la habitación—. Los invitados ya llegaron.Abbey se giró, desviando la mirada del enorme ventanal de la iglesia. El viento hacía ondear su velo como si fuese una orgullosa bandera. El vestido blanco vaporoso y largo la hacía parecer una verdadera ángel que llegó a la tierra para repartir el bien. Sus doncellas, Jaida y Jane terminaron de arreglar su cabello, sonriendo tan felices por ver a su ama casarse como dijo desde un principio.—Sí, gracias Stephen—sujetó mejor el ramo de novia, les sonrió a sus doncellas para luego agradecerles por ayudarla a vestirse y respiró hondo para sacarse los nervios. Se casaba, no era motivo para estar nerviosa, ¿Verdad?—. Ya voy a ir.(...)—¡Felicidades por tu matrimonio!—El grupo de amigos que estaba presente en la iglesia vino a saludar a la preciosa novia.—¡Amigos! ¡Vinieron!Estaban Mercy, Ryan, Roan, Alastor, Da
Evan vio la puerta cerrada. Todas las cosas se estaban cayendo en el camarote por el balanceo bruto y desestabilizado del barco que se estaba hundiendo. Él aún en el suelo, con la pierna atrapada debajo de un estante grande y pesado. El agua ya entraba hasta por debajo de su cadera. Miró la cadena que tenía entre los dedos, debajo del agua. La apretó con fuerza. Iba a morir ahí.—Estoy bien con esto—susurró para sí mismo, aceptando el hecho de que salvó a su prometida y que ahora él morirá en paz al saber que ella está fuera de peligro, probablemente—. Solo si Abbey moría no iba a poder con mi propia vida. Ahora estoy bien con mi decisión…El barco hizo otro movimiento brusco lo que hizo que el agua entrara ya hasta su cintura. Recordó la sonrisa radiante e inocente de su novia. —Abbey…—llevó el medallón de la mitad de un corazón a sus labios, recordando que al menos la otra mitad la tenía su prometida y que lo iba a recordar para siempre—. ¡Te amo!La puerta se abrió tan de repente
Mont recibió el puñetazo número 45 en la cara. La sangre le salpicó los labios y los dientes. Los escupió con rabia, sin apartar sus ojos rojos de los que lo rodeaban.Uno de ellos soltó una carcajada al verlo tan maltrecho y desafiante, como si aún tuviera fuerzas para intimidarlos.—¿No te das cuenta de que te has buscado esto tú solito? —le espetó—. Si nos hubieras hecho caso cuando te lo pedimos amablemente, te habrías ahorrado este sufrimiento. ¿O es que te gusta que te peguen?El otro chasqueó la lengua.—Bueno, no importa, si es ese miedoso niño, estoy seguro de que sí vendrá y aceptará de buena gana el trato.—Vamos a obtener un montón de dinero gracias a ti…Mont sonrió mientras saboreaba el sabor de su propia sangre en su boca.—Mi sobrino…no es ingenuo, ¿Saben?En ese momento, un enmascarado secuaz abrió la puerta con fuerza.—¡Alerta! ¡Tenemos compañía y se acerca muy rápido!Los demás salieron a ver qué ocurría. Una estela de espuma les seguía. Una moto acuática se lanza
—¡Oh, no, están secuestrando al CEO Jones!—¡Tío Mont!—Evan lanzó un grito desesperado mientras se aferraba al pasamanos y observaba cómo los secuestradores arrastraban el cuerpo inerte de su tío a una lancha rápida.—¡Evan, no hagas ninguna locura!—Abbey abrazó a su novio que estaba a punto de saltar desde el piso de arriba hasta la cubierta del crucero para perseguir a los que se llevaban a su tío.El mayordomo, que estaba cerca, se dirigió al personal del crucero:—¡No se queden ahí parados! ¡Llamen a la guardia costera ya, es una emergencia! ¡Movilicen a los uniformados!Abbey seguía con la vista fija en la lancha que se alejaba, sin poder asimilar lo que acababa de pasar.—¿Qué está ocurriendo? ¿Qué ha sido todo esto?Stephen cogió una manta y la puso sobre los hombros de Magali, para que se sintiera un poco más protegida.—Es increíble que esos individuos hayan sido capaces de secuestrar al CEO Mont Jones.—¿Qué?—Abbey se giró hacia el mayordomo—. ¿Sabes algo Stephen? Tienes que
La sorpresa solo tardó en su sistema dos segundos. —¡Abbey!Evan la vio desde el barco y se lanzó a correr hacia la entrada, donde unos trabajadores estaban a punto de retirar la escalera.—Vamos, ya zarpamos. Quiten eso de ahí...Pero Abbey no se dio por vencida. Aceleró el paso y se abrió paso entre la multitud.—¡Dejen esa escalera en su sitio! —gritó, haciendo que los trabajadores se apartaran asustados.Subió los escalones de dos en dos, con el corazón en un puño. Solo quería llegar al barco y abrazar a su prometido. Pero el barco ya se había separado del muelle.Miró hacia abajo, al mar inmenso y oscuro. No sabía nadar.—No lo voy a conseguir...Los trabajadores le gritaron desde abajo:—¡Para!—¡Es muy peligroso! ¡Te vas a caer!Abbey cerró los ojos.—Solo quiero estar con Evan...—¡Abbey! —la voz de Evan resonó desde el barco. Estaba en la puerta, con los brazos abiertos y una sonrisa radiante—. ¡Ven! ¡Salta y yo te cojo!Abbey le devolvió la sonrisa, retrocedió unos pasos pa
Último capítulo