Mientras revisaba mis redes sociales por mero ocio, en un café, mi teléfono comenzó a sonar. Al ver el nombre de Nathan Harrys, el veterano del departamento de ventas, en la pantalla, me sorprendí un poco. Contesté la llamada con curiosidad.
— Hola, Sunny. ¿Cómo te encuentras? — preguntó.
— Sr. Harrys. Estoy bien, gracias. ¿Y usted?
— Estoy bien, gracias por preguntar. — dijo con un tono amable. — He estado pensando en tu situación y hablé con Samantha para ponerme al tanto. Lamento mucho lo que pasó.
— Gracias, Sr. Harrys. Ha sido un momento difícil, pero estoy tratando de mantenerme positiva.
— Me alegra escuchar eso. — dijo, con un tono de comprensión. — Escucha, tengo algunos contactos en la industria que podrían ser de ayuda. ¿Te gustaría que te pusiera en contacto con ellos?
— Eso sería increíble. Realmente lo apreciaría.
— Perfecto, Sunny. — respondió el Sr. Harrys, su voz sonando más animada. — Te enviaré un correo con sus datos. Pero antes de eso, quería decirte que he estado