Para entonces Alvaro todavía estaba un poco confuso y no podía entender cómo el departamento de policía podía haber desplegado tantos agentes SWAT, armados con pistolas y escudos.
En cuanto entraron, rodearon a Cecilia y a Alvaro.
"¿Qué está pasando...?"
Cecilia tiró de su hijo hacia atrás y le hizo reclinarse por miedo a hacerle daño a su hijo. Y susurró a su hijo.
"Ahora que soy el responsable de la empresa, todo lo que pase, se me echa encima, y recuerda, no te metas en un conflicto frontal con Rodrigo."
"Mamá..."
"Esta gente va a por mí, pero no me arrepiento." Cecilia miró profundamente a su hijo, llena de tristeza.
Sabiendo que no había vuelta atrás en el camino que había elegido, se acercó con decisión al policía y le ofreció levantar las manos.
"Eres sospechoso de dos asesinatos feroces, vuelve con nosotros inmediatamente para investigar."
Los agentes del SWAT se acercaron y la esposaron.
Los ojos de Alvaro se abrieron de repente, incrédulo y como si lo entendiera todo.
En cuan