Aurora pensó que hoy tenía una expresión extraña en la cara, "¿Qué te pasa...?"
"Aurora."
Alfredo se dio la vuelta de repente.
Aurora se congeló.
Sorpresa, y un momento de alegría.
Aurora se alegró de verlo.
Pero pronto se puso sobria, su expresión toda frialdad controlada y su tono sin calidez, "¿Por qué estás con Gabriela?"
Alfredo la miró fijamente mientras ella se veía sin una palabra de preocupación o saludo.
En cambio, se cuestionó.
Gabriela se apresuró a explicar, "Nos encontramos en la puerta y estaba a punto de llamarte cuando llegaste."
Aurora vio el teléfono que llevaba en la mano y coincidió con lo que había dicho, no que se hubiera pedido a propósito encontrarse con Alfredo, y en el fondo la creyó.
"Vayamos a otro sitio." Aurora dijo.
Gabriela dijo que sí y se acercó a Aurora, dispuesta a acompañarla. Alfredo frunció los labios con fuerza y al momento siguiente se adelantó y agarró de la muñeca a Aurora, tirando de ella hacia el interior, pasando por delante de Gabriela y