Capítulo 12

Bebe y observa su bebida con desinterés, como si no acabara de ofrecer la vida de un ser

humano al mejor postor, como si el dinero fuera el pecado que enerva su sangre, que

acrecienta su idiotez y que ciega su razón. Me llego a plantear incluso si es mi culpa y en

qué momento fallé como hija para terminar vendida a alguien que me vio bailar alguna vez

en aquel polvoriento club. Nunca conocí la protección de mi madre, solo la de mi abuela,

que fue la calidez y la sonrisa de mi desolada existencia. Una mujer independiente, brillante

y de hermoso ser que pagaba mis clases de baile, me iba a ver en cada ensayo y nunca

faltaba a ningún recital de la escuela. Siempre despreció a Beatriz por sus malas decisiones

y me alejó de sus mañas adictivas, como drogas y noches de ausencia. Siempre supe

dónde estuvo mi madre mientras mis abuelos me criaban.

—¿Cómo pudiste hacerme esto? —Aprieto los dientes, me duelen, y las lágrimas

queman mis ojos—. ¡¿Qué te hice?! ¡
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo