Collin intentó obedecer la orden de Liam y permaneció en el comedor unos minutos más. Pero la incomodidad crecía con cada segundo. Las miradas, los susurros… la sensación de estar fuera de lugar, atrapada en un mundo que no era el suyo.
Incapaz de soportarlo más, se levantó y caminó hacia la salida.
"A dónde crees que vas?" la voz de Eve la detuvo.
Collin se giró y encontró la mirada curiosa de la mujer.
"Quiero volver a casa."
"Ah, eso sí que no." Eve sonrió de lado y, sin darle espacio para protestar, entrelazó su brazo con el de ella. "Ven conmigo."
Sin muchas opciones, Collin la acompañó. Caminaron por el centro de la aldea, pasando frente a varias casas de madera sencillas. Collin permaneció en silencio, observando todo a su alrededor.
"¿Sabes a dónde fue Liam?" preguntó Eve.
"No. Damon solo dijo que alguien había regresado."
Eve frunció el ceño.
"Que la Diosa nos proteja."
Collin no preguntó nada, pero la preocupación en el rostro de Eve la dejó inquieta. ¿A dónde estaban yendo?