Collin*

El día había vuelto a nacer, y Collin se sentó al borde de la cama, sintiendo el vacío a su lado. Liam no dormía allí hacía dos días, y su ausencia era como una herida profunda que no cicatrizaba. El pecho le dolía con la incertidumbre. Tal vez todo había terminado para siempre. Tal vez, al final, nunca había importado. Colen estaba allí, y por más que su hermana fuera una serpiente, Liam se preocupaba por la profecía.

Sin demora, Eve entró en la tienda con el pequeño Eric en brazos. Collin sonrió y se apresuró a tomarlo.

"Hola, pequeñito. Estás enorme."

"Ah... Los lupinos crecen demasiado rápido. Apenas voy a tener tiempo de disfrutar esta etapa." Eve sonrió, aunque sus ojos estaban atentos.

Collin meció al pequeño entre sus brazos, pero pronto sintió la mirada de Eve ardiendo sobre ella.

"¿Y Liam?"

"No lo sé. Decidió alejarse, así que hice lo mismo. No quiero insistir."

"Pero, Collin, lo que ustedes sienten el uno por el otro es real."

"Lo sé. Pero también sé que Liam ha luc