EXTRA XVI. EL REGALO MÁS SAGRADO
AMARA
Los sonidos obscenos hacía mucho que llenaban la habitación.
Beof respiraba agitado sobre mi clítoris, con la boca abierta sobre mi sexo, su nuez de Adán se movía arriba y abajo.
Sentía sus caninos de bestia crecer, pero él siempre cuidó para no lastimarme.
Mirando al techo, todo mi cuerpo temblaba, aun en el limbo orgásmico.
Pero mi cachondo lycan se había cansado de jugar. Me vi siendo levantada de repente.
—¡Aah, Beof! —di un gritito apoyándome contra él, enredando mis piernas en su estrecha cintura.
Sus músculos voluminosos me ponían tan caliente, esos tatuajes entrelazados con su piel…
Nos besamos de nuevo en la boca. Me saboreé en sus labios. Se sentía raro y morboso.
Lo dejé meterme la lengua y enredarla con la mía.
—Amara… Mmm… —mi nombre en sus labios sonaba a pura gloria.
Cuántas noches soñé con él… Cuántas veces me toqué imaginando que era Beof…
Me sentó sobre sus piernas, a horcajadas, mientras se subía la camiseta por la cabeza y los poderosos brazos, lo sentí patea