89. CODICIANDO LA MUJER DE OTRO
LAVINIA
«Yo me quedé tan estupefacta como Drusilla, pero claro, si nosotros podíamos pasar a otros espacios y mundos, también del otro lado se podía acceder a este continente.
Pude conocer al príncipe Alfa, a través de estas memorias perdidas.
Era un personaje demasiado curioso, a pesar de ser un hombre lobo, podía manejar la magia de hielo e incluso materializarla en la forma de ese lobo que siempre lo perseguía.
Su compañera también vino con él y un grupo de criaturas demasiado extrañas y peligrosas.
Eran cuatro, un macho con su hembra y dos cachorros, gigantescos, forrados de escamas negras como una armadura impenetrable.
Daban un terror inigualable, pero Aidan Walker los controlaba como cachorros.
Fueron invitados por Drusilla al palacio con invitados distinguidos.
Estoy segura de que ella vio la posibilidad de ser gentil para escapar con ellos a su reino de hombres lobos y hechiceros.
Pero jamás imaginó que solo había invitado la calamidad a su puerta.
Cuando el Rey Lobo conoc