57. LAS CONCUBINAS DEL REY LOBO
NARRADORA
Vio a su hombre de confianza, siendo arrastrado por una enorme loba blanca que lo sacudía como un muñeco, luchando encarnizadamente.
El otro guerrero también se abalanzó a ayudarlo y el Alfa pensaba acorralarla,
pero una sombra blanca y negra se precipitó a su lado derecho.
Dio un salto atrás, salvando el cuello por un centímetro.
Se transformó para enfrentar al gigantesco lobo indomable de Drakkar.
Aun sin su modo de “guerra”, era un espécimen a temer.
El lobo del Alfa se vio enredado en una lucha que duró demasiado poco.
Khalum llevaba esa energía oscura y violenta, necesitaba liberarse de esa rabia.
Destrozó entre sus dientes al Alfa, desgarró su garganta hasta verlo morir desangrado sobre la hierba.
Se abalanzó a ayudar a su hembra, que para el caso, ya estaba finiquitando al último guerrero.
En medio de cadáveres y el líquido carmesí goteando de sus caninos, Aztoria y Khalum se restregaron y rodearon.
Se acariciaron como una escena apasionante y sanguinaria.
Cuando los