356. LA PUREZA DE TU ALMA
NARRADORA
POCOS DÍAS DESPUÉS…
Rousse nunca había estado de tan mal humor en su vida.
Zarek le pidió de favor que acompañara a Drakomir para resolver una difícil situación.
Pero después de un viaje bastante largo, resultó que la rebelión había sido “controlada”.
Rousse se sentía inquieto. Algo le olía a mentiras en toda esta historia.
Alejarse de nuevo de su compañera no le hizo ninguna gracia.
Así que regresó de primero, sin siquiera esperar a Drakkar y Drakomir, que andaban también en la comitiva.
Drakkar siempre aprovechando para sacar información de su consejero, el Lord.
A estas alturas escribiría un libro y podría dar cátedra de sexo.
Cuando Rousse llegó a la fortaleza, sus alarmas saltaron por completo.
Una enorme barrera se erigía fuera de las murallas.
Intentó convocar su poder o llamar a Zarek, pero la energía rebotaba sin encontrar su destino.
Con las ansias saliéndose de control, comenzó a rodear la fortaleza, buscando un escondrijo.
Afuera, las casas se mantenían intactas;