325. ROBANDO A MI SELENIA
NARRADORA
La mujer de invierno se estremeció de pies a cabeza ante la expectativa.
Era una tontería que se negara el placer de estar con su mate, si ya estaba hasta marcada.
Más cuando ella también lo deseaba demasiado.
Pero entonces sus ojos se movieron hacia la figura solitaria de su gemela.
Recogía algunas tablas unos metros más allá.
Aunque dijo que solo lo hacía para castigarlo, ella sabía que Abigail no la estaba pasando bien.
Lo hacía por su hermana, para no restregarle su felicidad en la cara mientras Abigail aún no había resuelto sus asuntos amorosos.
Y hablando del culpable, Hannah lo vio acercarse sutilmente a la pelirroja.
Tanto terreno por cubrir, pero él fue a recoger los maderos justo a su lado.
—Ellos lo van a solucionar, mi amor —la caricia de una mano fuerte se cerró en la cintura de la mujer de invierno.
—. Fenrir puede parecer un loco medio tonto, pero no te imaginas lo que puede sorprender. Él es más habilidoso e inteligente de lo que crees. Se ganará de nuevo el