326. JUEGOS DE PLACER
NARRADORA
Aidan agarró su cabello corto y acarició su nuca, empujando su boca para tomarla en profundidad.
Jadeando en la garganta del otro, donde sonidos lascivos se perdían.
Su lengua la follaba entre los dientes y enredaba la suya; sus labios se movían en un vaivén erótico y delicioso.
Las manos de Aidan bajaron por su delicada espalda; sus pechos suaves rozaban contra sus duros pectorales.
Los pezones erectos se balanceaban estimulándose.
Los dedos del lobo se clavaron en las caderas y la hicieron moverse sobre él.
Tenía la polla tiesa y necesitaba con desesperación que ese coñito caliente lo montara y lo llevara al orgasmo.
El agua comenzó a salpicar y hacer olas cuando Aidan empezó a menearla cada vez más rápido, haciendo fricción entre sus genitales.
—Sshh, nena, te necesito ahora… joder, ahora mismo…
Metió los dedos en la estrecha hendidura, bajo el agua, probando lo excitada y preparada que estaba para él.
Su polla, controlada en la otra mano, a punto de empujar el glande en