263. LA TENTACIÓN DEL PODER
VICTORIA
Se me partió el corazón al ver a Meridiana llorando sobre los cuerpos de sus hermanas hechiceras.
No parecía que la trataran muy bien, pero creció con ellas.
Al menos algo “bueno” de no tener visión era ahorrarse esta escena tan macabra.
Ese maldito hombre parece que utilizó el mismo poder de este círculo de brujas para teletransportarse con el cristal.
—Nena, la vamos a recuperar, mi amor, no llores más…
Las palabras de Rousse le susurran consuelo. Ellos se tienen el uno al otro y eso me trae paz.
Estoy de pie a un lado, pero necesito acompañar a Draco.
Me preocupa su reacción cuando vea a sus viejos enemigos de cerca, ahora que pasó la urgencia.
—Por eso tenía el hechizo de mi maestra. ¡Ese… ese…! - exclamó respirando agitada.
No encontraba las palabrotas, imagínate, esa boquita diciendo tacos.
—¡Hijo de puta, desgraciado, malnacido y degenerado! ¿Te agrego algunas más? - le hice la seguidilla, con ganas de desahogarme yo misma.
—No, gracias por el diccionario de… adjetivos