144. EN LAS REDES DEL CAZADOR
CELINE
Corría veloz por entre los arbustos, mi larga trenza moviéndose con mi carrera.
Los zorros salían de sus madrigueras buscando una presa nocturna que cazar y todo tipo de insectos hacían ruidos raros al pasar a su lado.
La vida en el bosque despertaba y pronto, además de sus sonidos, también escuché voces, pero no las que estaba buscando.
“¡Celine, no vayas por ahí, son Vampiros!”, mi loba me advierte y me detengo forzadamente, mirando a todos lados, viendo por donde escapar para no toparme de frente con una emboscada.
— ¡Oye! – una exclamación me pone de nuevo en marcha y corro hacia la derecha porque fue lo que me indicó mi instinto.
De nuevo estaba siendo perseguida y esta vez esos hombres eran mucho más veloces que los anteriores, parecían Vampiros élite.
Con mi muslo herido y varios de ellos siguiéndome los pasos, era obvio que no llegaría lejos.
El viento pasaba silbándome los oídos, de repente mi nariz captó un olor a descomposición y viejo.
“¡Desvíate a la izquierda, ráp