14. PROBANDO LA MIEL
DRAKKAR
Este agujero de agua caliente no era tan grande, pero sentía que estábamos demasiado lejos.
¿Qué hacer?
Viví solo desde cachorro, en la cueva comunitaria donde crían a los huérfanos, vi machos y hembras apareándose... siempre era igual.
La hembra de espaldas, siendo penetrada por detrás, los animales también lo hacían de esa manera. ¿Por qué a Lyra no le gustaba así?
Recordé el placer de su boca sobre mi falo, lo quiero de nuevo, deseo saber todos esos secretos que no conozco.
Me voy acercando poco a poco a su espalda, su cabello mojado cae por la piel rosada, mis manos pican por tocarla, nunca había estado tan duro y excitado.
Rodeo su cintura lentamente. Se siente tan pequeña, es tan suave que tengo miedo de dañarla con mi aspereza y callos.
—Lyra —susurro su nombre, inclinándome sobre su hombro.
Su cuerpo se estremece bajo mi toque, y eso me da seguridad.
—No quise gritarte, yo… pensé que te habías arrepentido…
—Me dijiste que buscara a otro macho.
—No. No. Cazaré al anima