045. ROPAS PARA MI QUERIDA DONCELLA
VALERIA
Me miró un poco sorprendida al inicio, pero luego disimuló lo mejor que pudo y siguió en lo suyo.
Supongo que mis cicatrices encandilaban a cualquiera.
Prendas de vestir colgaban por todos lados y accesorios de costura llenando la vitrina en la pared del fondo.
Me encantaba coser y bordar, en mis tiempos libres había practicado y era la que arreglaba toda la ropa de Dorian.
— Valeria, ven conmigo a escoger los trajes para su majestad – la Gobernanta me ordenó y la seguí hasta el interior de la tienda.
Nos pasamos un buen rato escogiendo telas y atuendos ya hechos, pañuelos, accesorios, todo, y prácticamente la decisión siempre recayó en mis gustos.
Parece que el Rey quería ponerse elegante para ir a la manada “Silver Lake”.
— Creo que con esto es suficiente – hablo con la Gobernanta que asiente.
En eso, entra la dueña de la tienda, la Sra. Betty.
— ¡Ya llegaron las telas nuevas, está todo listo! – dice entusiasmada y por alguna razón me mira con ojos brillantes y me