122. ELLA TE DIO SU BENDICIÓN
NARRADORA
El aura congelada se expandió de golpe, deteniendo hasta la mosca que iba bien feliz pasando sobre la olla del caldo.
Philip se quedó con los dedos a punto de tocar la mano de Nyx que también miró asombrada hacia el oscuro callejón donde aparecía su más grande tentación.
El corazón comenzó a bombearle con fuerza al cruzarse con los ojos helados.
¿Qué hacía Aidan aquí?
“Oh, oh, esto se va a poner interesante”
Amber se llevó un poco de carne picada a la boca con una sonrisa maquiavélica.
Quería ver hasta cuándo su hermanito mayor iba a aguantar que le estuviesen baboseando a su mate en su propia cara.
Vincent miró a su cuñado con lástima.
Pobre hombre, ni siquiera se imaginaba toda conspiración que había en su contra... o a más bien, a su favor.
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Todos empezaron a saludarlo con respeto, incluso los ancianos del Clan.
Ellos admiraban el poder y nadie dudaba de que Aidan estaba en la cima.
—Príncipe, ¿a qué debemos el honor de su visita? —Philip se giró, hablándole con cort