—¿Tú no eres la que sale en todos lados? La interesada esa que engañó a Kris y le robó a su familia.
—¡Brandon! —lo reprendió Luisa, horrorizada—. ¿Qué te pasa?
—¿Qué? ¡Si solo estoy diciendo la verdad! —respondió Brandon, encogiéndose de hombros.
—Siempre digo que hablas por hablar, y nunca fallas en comprobarlo —dijo Zeke entre dientes.
Thalassa, por su parte, se quedó inmóvil, tensa. Su mirada era dura y penetrante mientras se volvía hacia Brandon.
—Es en serio, no miento. Hasta se llama igual: Thalassa. ¿A poco no ven las noticias? Es ella, seguro. Estuvo casada con Kris, y el tipo la dejó porque descubrió que le estaba robando dinero a la empresa de su familia. Ella…
La voz de Thalassa era tan dura como su mirada cuando lo interrumpió.
—Lo único que sabes es la versión de ellos, la que repiten los medios. Pero siempre hay dos lados de la moneda. Tú no sabes nada de mí.
Sintió amargura al pensar que la familia Miller había destruido su reputación a tal grado que incluso gente fuera