Ivanna Taylor.

El cuerpo me cosquillea de emoción. Una emoción que me calma, si es que eso tiene sentido.

Ya está todo listo para que Shawn venga a mí, para que la distancia ya no exista entre los dos. Mi hijo estará conmigo y con su compañía, seré más fuerte que nunca.

Llegar a Boston, después de esa salida apresurada que tuve hace años, tuvo un efecto incómodo sobre mí. Por fuera fuerte, despreocupada, activa, pero por dentro muriendo de angustia y rabia a la vez, por todo lo que aquí perdí. Tener a Shawn será cubrir mi corazón agrietado con esa curita que solo él puede ponerme.

Según Viena, mi hijo se durmió más temprano para que amaneciera más rápido y poder subirse al avión de su tío Aston lo antes posible. No pude hacer más que sentir una ternura implacable y soltar algunas lagrimillas que en este punto muestran todo lo que he estado aguantando y que ya será liberado.

Shawn fue lo único que me quedó de aquella felicidad que a veces me parece falsa, producto de un sueño. Algo tan