Entré a la habitación y comencé a pensar en todo lo que había sucedido desde que mi padre decidió unirme a este poco hombre. Les juro que yo sabía de la fama que tenía Javier, pero nunca pensé que fuera capaz de llegar tan lejos, y entonces comprendí que la palabra hombre le quedaba muy grande, porque eso sería algo que él nunca sería. Aunque esto también me dio una lección a mí y esa era que no podía seguir perdiendo mi tiempo, creyendo que él cambiaría cuando entendiera que no se debía jugar por las personas. No había nada que yo pudiese hacer para que Javier aprendiera, o sea, lo único que me faltaba era traer a un hombre y follármelo al lado de él y, sin embargo… creo que él es capaz de pedir que nos uniéramos los tres. Ese tipo no tiene remedio y aunque traté de hacer todo esto para mantenerlo alejado de Mía e Iván, no puedo, no, no, no, esto me costará mi estabilidad emocional y lo siento mucho… Hice cuánto pude, pero debo pensar en mí, yo soy una persona joven, la cual está un