COSTELLO
No había nada entre esta mujer tan extraordinaria y yo más que una toalla y un poco de tela delgada. La forma en que estaba actuando con Scotch me resultaba completamente ajena.
Me moría por follarla.
Y al mismo tiempo quería hacer cualquier cosa menos eso.
Tiritando, estudié cómo la sombra que proyectaba sobre ella recorría las pecas de su nariz. Scotch era hermosa… claramente no fácil de olvidar, considerando que varias personas la habían recordado del club esa noche. Sabía casi nada sobre ella, pero sí sabía un hecho muy importante: le había dicho que todo estaría bien.
Acostarme con ella sería lo contrario de que todo estuviera bien. Crear cualquier conexión adicional entre Scotch y yo la pondría en aún más peligro.
Pero joder… casi no me importa. Sus clavículas subieron cuando aspiró aire; vi la fila ligeramente dispareja de sus dientes inferiores, la hendidura en su labio inferior. ¿Sería una besadora brusca o suave?
—Costello —susurró, y escuchar mi nombre en su boca t