Jessica lo admitió abiertamente.
—Señorita Paredes, qué inteligente eres. Exacto, fui yo quien compró la flor de loto de nieve. Ahora la flor de loto de nieve que necesitan está en mis manos. ¿Qué te parece? ¿La señorita Paredes tiene interés en salir a charlar?
Daniela se rió fríamente.
—Espérame ahí, ahora mismo voy.
Daniela colgó el teléfono y volteó hacia el baño. Nicolás se estaba bañando adentro.
Daniela tomó un bolígrafo y escribió una nota: "Nicolás, salí a comprar algo de comer, regreso pronto."
Dejó la nota sobre la mesa y salió del cuarto.
Pronto Daniela vio a Jessica, quien la estaba esperando en el corredor.
Daniela se acercó.
—Señorita Lima, parece que nos siguieron hasta acá y conocen todos nuestros movimientos.
Jessica sonrió.
—Por supuesto, si no, ¿cómo habría podido arrebatarte la flor de loto de nieve?
—¿Dónde está la flor de loto de nieve?
Jessica sacó una caja. Dentro de la caja estaba esa flor de loto de nieve blanca como la nieve.
Daniela inmediatamente se acercó