En ese momento, Nicolás intervino:
—Fidel, ¡no hagas ese tipo de bromas!
Jessica se quedó inmóvil.
—Agradezco mucho a Jessica por cuidarme estos tres años —continuó Nicolás con disgusto—, pero ella y yo solo somos amigos, y entre amigos no se hacen esas bromas.
El rubor en el rostro de Jessica desapareció instantáneamente, volviéndose pálido. Nicolás nunca le había dado esperanzas; ella sabía que él no la quería.
Pero Jessica no se rendiría. Un hombre tan bueno como Nicolás era alguien que debía conquistar.
¿Cuántas parejas en este mundo se casaban realmente por amor?
Ella era la más adecuada para Nicolás.
—Está bien, está bien, no bromearé más —dijo Fidel—. Me concentraré en conducir.
Todos quedaron en silencio. Nicolás sacó su teléfono y abrió el WhatsApp de Daniela.
Quería enviarle un mensaje, pero se detuvo en el cuadro de texto, sin saber qué escribir.
...
Daniela regresó a su casa. Esteban ya había salido del hospital y estaba sentado en la sala con Yazareth.
Esteban se puso de p