Héctor dijo: ¿Dónde está mi hija?
El hombre más rico del mundo, Héctor, había desaparecido de la vista pública por una sola razón, que ya no era ningún secreto: ¡el magnate global llevaba años buscando a su hija perdida!
Durante todos estos años, nunca había encontrado a la heredera de su fortuna; no había ni rastro de ella.
Ahora, Héctor aparecía aquí y preguntaba: ¿Dónde está mi hija?
Daniela exclamó sorprendida: —¡Dios mío! ¿Acaso la heredera del hombre más rico está entre nosotros?
Camila también lo encontraba increíble: —¿La heredera de la fortuna está a nuestro lado?
Ángel miró a Héctor: —Señor Celemín, su hija está aquí.
Héctor preguntó: —¿Dónde?
Ángel extendió su dedo y señaló a Luciana: —Señor Celemín, ¡Luciana es su hija biológica!
Luciana, repentinamente señalada, se quedó paralizada en el lugar. No tenía idea; nadie le había dicho nada.
Héctor se volvió lentamente, posando su mirada en ella.
Pum, pum.
Luciana sintió que su corazón se aceleraba. Todo se volvió confuso; su ce