—¿Este incienso es para la habitación del señor Figueroa y la señorita Luciana?
—Sí, son órdenes de la señora Marcela y la señora Catalina. Este es un incienso afrodisíaco.
—Parece que esta noche van a intimar.
—Ya verás cómo la señorita Luciana se convierte en la señora Figueroa.
—Y no solo eso, esta noche también se quedó el doctor Milagros para intimar con la señorita Dana. La señora Marcela no ha dejado de sonreír, estos dos son sus yernos favoritos.
—Ya verás, los mejores días de los Méndez están por venir.
Las dos empleadas se alejaron.
Valentina había escuchado su conversación. ¿Marcela y Catalina pensaban usar incienso afrodisíaco con Mateo? La última vez, él había sido expuesto a un afrodisíaco en casa de los Méndez, pero como no era potente, logró controlarse. Este nuevo incienso era mucho más fuerte, tanto que era difícil de conseguir.
Parecía que estaban desesperadas. ¿Debería advertir a Mateo? Mejor no.
Valentina bajó la mirada, sintiendo que no debía entrometerse. Mateo s