En el baño de mujeres, tras arrastrar a Daniela con ella, Valentina respondió al mensaje de voz de Esteban con un breve texto: "¡Ánimo!"
En su estudio, el doctor Cruz se emocionó tanto con el mensaje que respondió con otro mensaje de voz: "¡Sí, maestra, me esforzaré!"
Valentina guardó el teléfono en su bolso y Daniela la tomó del brazo. —Salgamos de aquí.
Cuando se disponían a salir, la puerta del baño se abrió y entraron dos personas.
Eran Luciana y Mariana.
Las cuatro se encontraron cara a cara.
Luciana sonrió con malicia. —¿Qué haces aquí? Oí que Mateo te echó de la mansión Figueroa y ahora vives en los dormitorios de la universidad.
Tras su dramática caída por las escaleras, Luciana estaba ansiosa por presumir su victoria ante ella.
Arqueó una ceja y, lejos de enfadarse, sonrió. —Luciana, es la primera vez que veo a alguien tan feliz de ser plato de segunda mesa.
¿Que... qué?
¿Plato de segunda mesa?
Luciana se congeló.
—¿No es así? —Continuó. —Esa cama ya la usé yo. Él es ropa de s