¡Ella quería ver a Nicolás sufrir!
Y una vez que Daniela se fuera, con todo el largo camino de la vida por delante, tendría muchas maneras de conquistar a Nicolás.
¡Iba a convertirse en la señora Duque sin duda alguna!
Susana no tenía ni una pizca de color en el rostro. —Margot, ¿qué crees que deberíamos hacer? Daniela estaba perfectamente bien, ¿cómo es posible que de repente haya entrado al quirófano? ¿Qué está pasando exactamente?
En su interior, Margot maldecía a Susana por ser una idiota. Susana era precisamente el chivo expiatorio que había elegido cuidadosamente.
Margot extendió la mano para tranquilizar a Susana, fingiendo consolarla. —Susana, mantén la calma. Daniela va a estar bien, todos debemos creer en eso.
Susana asintió. —Tienes razón, ¡Daniela y el bebé en su vientre van a estar bien!
—En cuanto a lo que realmente le pasó a Daniela, lo sabremos cuando llegue el señor Duque. Él definitivamente va a investigar —dijo Margot.
Susana se fue calmando poco a poco, cuando una v